MIS CHONGUITOS: EL TURCO

Voy a contar mi historia con el Turco, este tipo de 37 años que aparece en la foto. Desde ya les adelanto que si bien da un poco de risa para mí no es una de las mejores, ni tampoco una donde la cosa se caracterice por experimentar solamente placer. Pero este pibe insistió en que cuente la historia y hasta me mandó la foto, así que acá va y espero que le guste cuando la lea... El Turco atiende un cyber en Rosario (para las lokas que quieren ir a probar suerte queda por Pellegrinni, entre 1ero. de Mayo y Alem), es un tipo totalmente rudo, que no tiene la menor pinta de ser puto, cuando lo ves pensás enseguida que debe trabajar en el puerto y ni por las tapas se te ocurre, que como dice él, “se emperna un pendejo de vez en cuando”. Si de algo estoy convencido es que le da a lo que venga y todo le importa un joraca... Yo iba bastante seguido a ese cyber, casi a diario, y si bien me llamaba un poco la atención algunas veces este tipo, nunca creí tener la posibilidad de llegar a algo. Como ustedes saben, lo primero que le miré fueron sus zapatillas y me llamó la atención ver que usaba unas adidas para running con los cordones desatados. Es más cada vez que se sentaba en una banqueta donde atendía, tenía la costumbre de sacarse una de ellas; lo cual me calentaba un poco. Más de una vez me encontré en el chat con algún que otro pibe que me calentaba por demás, y como ustedes también se imaginarán, medio escondidito me hacía alguna que otra paja dependiendo de la situación y de que nadie me viera, y al terminar me iba dejando la leche en el piso y por ahí algunos chorritos en la plantilla del muose o en teclado. Lo hice más o menos unas tres veces. Creo que era un miércoles o jueves a la noche que me encontré en el chat con Ramiro, un pibe del que ya les voy a hablar y que siempre me hace terminar al palo. La conversación no se cortaba y eran ya cerca de las tres y media de la mañana. Del cyber se habían ido casi todos, pero como yo estaba muy metido no me había dado cuenta. Me percaté de la situación cuando vi que el Turco fue y cerró la puerta y bajó las luces, entonces le dije: “disculpá la hora, cierro el msn y me voy, no me había dado cuenta que era tan tarde”. Él sin mucha atención me respondió: “Si querés seguir otro rato dale, yo también estoy hablando con alguien así que me quedo mas o menos una media hora más, pero cierro la puerta para que no entre más gente”. Como mi conversación con Ramiro venía bárbara me quedé. Más o menos a los 15 minutos de eso la charla por msn se puso muy caliente y como es de suponer me empecé a masturbar. Como estaba solo y casi no había luz aproveché para hacerlo de la manera que más me gusta; con una de mis zapatillas, y para darle más interés me bajé un video porno gay que puse en la pantalla de la pc. Yo estaba muy entusiasmado y no me di cuenta que el Turco se paró detrás mío. Cuando vio en que estaba me agarró del hombro, me sacó los auriculares y me dijo: “que haces pedazo de trolo, así que vos sos el pajero que deja toda la leche en el piso y el teclado”. A mí me corrió un escalofrío por todo el cuerpo porque temí que me cague a palos, pero enseguida noté que le interesó el video que estaba en la pantalla. Sin preguntarme sacó los auriculares y dejó los parlantes de la pc para escuchar los gemidos de los pibes que culiaban, allí pude ver que la pija se le puso dura. Yo cerré el msn de una y mi único pensamiento era como salir rajando de allí, hasta mi poronga se había chamuscado del susto. Fue entonces cuando me dijo: “¿Querés hacer esto?, A ver franeleate con la zapa como lo estabas haciendo”. En ese momento me surgió un impulso que me llevó a hacerlo, él mientras tanto se iba quedando en pelotas delante de mí, después me fue sacando la ropa a mí y por último agarró una de sus zapatillas y también comenzó a pajearse como yo. Allí aproveche para pasarle la mía y agarrar una de las suyas. “Mirá que sos enfermo me dijo” y comenzó a tocarme. Yo estaba muy excitado con todo aquello y fue entonces cuando me dio vuelta y me empezó a pasar un dedo húmedo por la raya del culo. De un momento a otro me lo mandó en el orto, y fue entonces que le expliqué que nunca era pasivo y que mi culo no dilataba bien. El Turco no me dio bola, me agarró las dos manos fuerte, me apretó contra la pared y empezó a empujar su pija dura contra mi hoyito. Me dolía muchísimo yo le imploraba que pare, que me iba a lastimar, pero él solo me gritaba en el oído “gozá puto de mierda que te gusta”. El ardor era insoportable pero no puedo evitar decir que cuando miraba para abajo y veía mi pija dentro de su zapatilla y el otro par dentro de su pie forzando por salirse, sentía una sensación muy placentera. De hecho, de un momento a otro acabé... Él seguía dándome matraca, yo casi tenía el culo dormido por el dolor, cuando me saco la poronga de golpe, me dio vuelta y me acabó abundantemente en la cara. Ni bien terminamos yo atiné a limpiarme pero no me dejó, me dijo: “no putito, no te lo saques, vos vas a aprender a no pajearte en los cybers. Vos te pensás que es lindo limpiar la leche de los pajeros del teclado, te cambias y te vas para tu casa con la cara enlechada”. Por temor a una piña hice lo que me dijo, me cambié y cuando estaba por irme me dice: “me enlechaste la zapatilla, vení puto limpiala con la lengua”. Y ahí me tuvo en 4 lamiendo mi leche en su adida running 42. Cuando terminé me acompañó hasta la puerta y me dio un papelito con la dirección de su mail. Apenas estuve en la calle sentí la incomodidad de caminar, tenía el orto hecho pelota. Mientras caminaba me secaba la leche que el vientito empezaba a secar. Cuando llegué a mi departamento, no sabía que hacer para calmar el ardor. Lo único que se me ocurrió fue tirarme agua fría con el bidet, eso lo calmaba por momentos pero estuve tres días hasta recuperarme bien. Nunca volví al cyber por miedo a otra cogida violenta, sí me comuniqué por mail, por este medio me enteré por ejemplo que le decían Turco al tipo que me empernó tan fuerte aquella madrugada...