MIS CHONGUITOS: JUANCHI

Alguien me tiró una buena idea: contar las historias que tuve con cada uno de mis chicos... Y bueno acá va la primera. Elegí para empezar a uno de los mejores, a Juanchi. Juanchi es rosarino, estudia y es modelo masculino en una agencia de esa ciudad. Lo conocí en un boliche, nos presentó un amigo que es una loca llena de plumas pero un muy buen contacto para conseguir chonguitos hermosos como éste. Cuando me lo presentaron ni se me ocurrió que me fuera a dar bola para algo, de hecho es muy hermoso y con su pinta puede tener el pibe que quiera. Pero al rato de estar sentados en una de las mesas pegamos onda. Se divertía mucho con los chistes y las pabadas que yo decía... De un momento a otro nos quedamos solos y se fue entrando de a poco en un ambiente de mayor intimidad. En un momento determinado con la excusa de no escucharlo por la música del boliche, me le acerqué y empecé a hablarle en el oído. Allí pude ver como su pija comenzó a ejercer presión contra su pantalón. Definitivamente y milagrosamente lo excitaba. Apenas me dí cuenta de esto comencé a encararlo... Lo primero que hice fue preguntarle que buscaba en aquel lugar... Su respuesta fue un pié excelente; "alguien que me haga pasar un buen momento", me dijo. Cuando escuché aquello, sin perder más tiempo le estampé un ardiente beso de lengua que él me correspondió. No podía creer estar transándome aquella hermosora de pendejo. Lo cierto es que me volvía loco, estaba vestido muy informalmente con una camisita de algodón, un jens y unas zapatillas puma que usaba sin medias y con los cordones desatados. Me provocaba muchísimo y mucho más cuando empecé a tocar todo su cuerpo marcado. Él también me decía que yo lo excitaba, constantemente me acariciaba la pija y me decía en el oido que se la quería comer. Más o menos a la media hora de estar así ya no tenía sentido seguir en el boliche, de modo que lo dejamos. Juanchi me propuso ir a la terraza de su edificio, que supuestamente era muy tranquila y por las noches no iba nadie. Cuando llegamos allá nos quedamos desnudos en un segundo, solo nos quedamos calzados por que el piso era un poco áspero. Allí no tardé en arrodillarme frente a él y llevarme a la boca su poronga, que tenía un buen tamaño aunque nada del otro mundo... Él me decía constantemente: "me encanta estar con tipos que tienen la pinta de macho que vos tenés"... A mí me enloquecía, enseguida hicimos un 69 espectacular y entonces me pidió que comience a dilatarle el ano con los dedos. Así lo hice, y al cabo de un rato lo puse de frente a una pared y le apoyé la cabeza de mi pija en el culo. Entre gemidos entró y ahí empecé a darle con todo... Me fascinaba ver como sus zapatillas desatadas se le salían cuando hacía presión para mantener el ritmo. Cuando estaba por acabar, me pidió lo insólito: "quiero que me acabes en la cara", me dijo entre gemidos... Para mi fue una orden que cumplí al pié de la letra. Ni bien terminé, con la cara chorreada de semen me ordenó: "ahora te toca a vos", y me puso en la misma posición que él ocupó antes para penetrarme. "Donde querés que te acabe?", me preguntaba... "en el pecho", le contesté yo todo entrecortado... Y así lo hizo, me puso de espaldas contra al piso y franeleó su pija en mi pecho hasta que largó una cantidad considerable de semen. Así fue nuestra primera vez, después de quedarnos un rato besándonos y tocándonos sobre aquella terraza, acordamos intercambiarnos las zapatillas para tener la garantía de volver a vernos, yo me quedé con sus pumas y el con mis adidas... Acordamos reencontrarnos en una semana y así fue, solo que después de estar juntos nuevamente no nos devolvimos las zapatillas como habíamos hablado. Y saben qué: aun no lo hicimos, sigo conservando aquel par de pumas que se salían de los pies de Juanchi mientras lo cogía y él sigue guardando mi par de adidas, y más aun, muchas veces me masturbo dentro de sus zapatillas, como por ejemplo ahora que estoy recordando todo esto... Juanchi: hace tres meses que no nos vemos personalmente, espero que cuando leas esto se vengan a tu mente los mismo lindos recuerdos que vienen a la mía y nos demos un tiempito para estar una vez más juntos... Eso sí, no nos devolvamos nada, no me gustaría dejar de verte...