MIS CHONGUITOS: TATO

La experiencia que tuve con este cordobés es una de esas por las que uno se queda lamentando que no se repitan. Espero que si llega a leer este mensaje trate de ubicarme para tratar de encontrarnos. Solamente me queda del día en que estuvimos juntos esta foto, otra que estuvo en el blog anterior y un muy buen recuerdo. Era el verano del 2003, había viajado con unos amigos a Cosquin en enero y paramos en carpa en uno de los campings. Apenas llegué no pude dejar de notar que nuestro vecino era este pibe que aparece en la foto. Él estaba acampando con su novia... Como buen cordobés no tardó en acercarse a nosotros para hablar un poco y como nos cayó muy bien su onda empezamos a compartir algunas cosas. Desde la primer noche pudimos notar que tenía efusivas relaciones sexuales con su novia. Los dos gritaban como gatos mientras cogían... Mis amigos y yo, oíamos en silencio y entre risas desde nuestra carpa, aunque yo de alguna forma deseaba estar gozando junto con ellos. A medida que pasaban los días me atraía cada vez más, de hecho siempre andaba solamente con un jean cortado y completamente en cuero, pocas veces alternaba con alguna remerita, que rápidamente se sacaba porque sentía calor. "Vive caliente", pensaba yo... La ocación llegó una tarde mientras los dos coincidimos lavando algo de ropa. No recuerdo bien que lavaba yo, pero sí recuerdo que el estaba lavando una tanguita diminuta de su novia... Yo no podia dejar de mirarlo, cuando inesperadamente me pidió el jabón y al pasárselo me agarró de la mano y me hizo una sonrisita con cierta complicidad. Pero solo quedó allí... Esa misma noche no recuerdo porque me quedé en la carpa mientras mis amigos salieron por ahí. Mientras estaba preparando algo para comer apareció Tato. Después de preguntarme si estaba solo me contó que su novia se había encontrado con unas amigas y estaba comiendo en el centro, así que estaba en la misma situación que yo. Sin perder tiempo lo invité a comer y el aceptó gustosamente aportando un par de cervezas. Apenas terminamos de comer, sin poder resistir más, comencé a tirarle onda muy sutilmente. Él que lo persibió perfectamente, y comentándome que hacía calor, primero me sugirió que me saque la remera y después con el pretexto de mostrarme una guitarra me invitó a su carpa. Cuando entramos allí no pude evitarlo y le manosié el orto. Con una sonrisa el me miró y me dijo: "te tengo una sorpresa, ponete en bolas". Ni bien terminó de hablar yo estaba en pelotas con la pija re dura. Tato por su parte se bajó sus jean cortados y me dejo ver que tenía puesta la bombachita de su novia que el día anterior había estado lavando junto a mí. "Haceme gritar como una perra", me dijo, y sin más se puso en cuatro. Fue hermoso chupar ese culo y mucho más penetrarlo entre gemidos, besos y caricias. Gocé muchísimo aquella eyaculación dentro de Tato, el mientrás tanto no paraba de hacerse una frenética paja en la que yo también colaboraba por momentos con mi mano y una vez que acabé con mi boca... Una vez satisfechos nuestros impulsos, me retiré de su carpa no sin antes comerle la boca con un beso y me tiré a dormir. Al otro día, Tato y su novia vinieron a despedirse de nosotros porque se iban. Allí nos dejaron sus correos electrónicos para mantener algún contacto. Durante los tres meses siguientes nos encontramos por msn y nos hicimos hermosas pajas por cam. El siempre aparecía con una bombachita de su novia puesta, mostrándome como le apretaba su linda pija y como se le perdía en el culo que aquella noche en Cosquin me entregó. No pierdo la esperanza de encontrarlo algún día y que cuando se baje los pantalones me lo encuentre con una de esas tanguitas puestas.