viernes, marzo 30, 2007

Mis Chonguitos: Mauricio

Hace ya unos cuantos meses tenía agregado al msn un pibe que se llama Mauricio. Como en la mayoría de los casos, no pasaba nada. Habábamos de vez en cuando pero no se concretaba ningún encuentro.

Ya me pasó muchas veces que muchos se prenden del tema de mi fetiche por las zapatillas prometiendo todo tipo de cosas y a la hora de cumplir no pasa nada. Esto sospechaba de Mauricio, incluso nos habíamos visto por webcam, pero por cuestiones de lugar y horarios nunca habíamos concretado. Hasta que el destino nos jugó una pasada.

Andaba yo por el supermercado donde solemos comprar las cosas que necesitamos habitualmente, cuando un pibe se me acerca y me dice que quiere cambiar mis zapatillas por las de él. Yo tenía puestas unas Adidas Country 73 blancas con tiras negar con los cordones sin atar y quien me hacía la propuesta unas Adidas Jerez rojas completamente desatadas para nada despreciables.

En principio no contesté nada, pero en un segundo intento me volvió a mirar y se dio a conocer. Mientras me decía que era Mauricio, con quien había chateado la noche anterior, se sacabas sus zapas y las pateaba hacia mí. En ese momento había poca gente en local, de manera que creo que pasamos desapercibidos. Yo por mi parte hice lo mismo y le pasé mis zapatillas.

Sus zapas se sentían muy bien y me excitó escucharle decir que se masturbaba frecuentemente en ellas. Después de escuchar eso le propuse que fuésemos inmediatamente a un lugar para tener sexo.

Como casi siempre ocurre, no teníamos donde ir. Yo me moría de ganas de estar con él y nuestras zapas. El encuentro me había confirmado que verdaderamente compartíamos el mismo fetichismo. Por otra parte Mauricio es un morocho hermoso, me imaginaba mil cosas con él, transar eternamente, lamer todo su cuerpo, mamar su pija con devoción, sentir esa poronga negra entrando en mi culo dilatado… y por supuesto lamer, besar, frotarme y oler sus hermosas zapatillas. Está demás decir que amo penetrar rudamente a los rubios y amo ser penetrado bien a lo macho por los morochos.

Mauricio sin perder mucho el tiempo me propuso ir a un hotel al día siguiente. Allí tendría disponible el auto y me pasaría a buscar al medio día por un bar que acordamos. También nos pusimos de acuerdo en intercambiar nuestras zapas hasta ese momento y para disfrutar más del encuentro me encargó que llevase a la sita un par de Adidas SL 76 azules con las que tenía grandes fantasías y que había visto en mi blog. Él por su parte llevaría un par de Adidas Goodyear blancas que tenía guardadas para esta ocasión según me explicó.

Después de charlar esto, cada uno se fue por su lado. Debo contarles que caminar con sus zapas me calentó mucho. Era inevitable que no se salieran de mi pié con cada paso al no tener casi cordones. Él por su parte, de dos tirones casi desató en su totalidad los cordones de las mías y cuando se iba pude ver que las usaba pisando su talonera.

Apenas llegué a mi casa no tardé en masturbarme dentro de las zapas de Mauri, aquel día las usé todo el tiempo. Tres o cuatro veces descargué mi orina en su interior e incluso dormí una siesta jugueteando con ellas.

Al día siguiente, el morocho monumental, estuvo a la hora acordada con su auto para marchar al hotel. Cuando subí pude ver que en el asiento estaba el par de zapas del que me había hablado. En seguida noté que no tenían forro interno, con lo cual me di cuenta que gozaba de usar las zapatillas pisándolas en la talonera. Yo le mostré el par que tanto lo provocaba y pude ver que llevaba puestas mis Adidas Country con los cordones desatados pero prolijamente.

Marchamos un rato y cuando comenzamos a dejar la ciudad no tardó en sacar su pene fuera del pantalón, yo hice lo mismo e inmediatamente comenzamos a acariciarnos y a frotarnos las zapatillas en nuestras duras porongas.

Cuando estuvimos en la habitación no tardamos en transar desaforadamente. Mauricio me provocaba muchísimo. Es un pibe muy hermoso y sabe manejar su lengua magistralmente. Alternábamos nuestros besos con mamadas a nuestros penes y lamidas a los pares de zapas que habíamos juntado.

Realizamos toda clase de juegos con ellos. Yo me dediqué a contarle todo lo que hice con su par de zapas y él hizo lo mismo.

Al igual que yo, apenas había abandonado el supermercado se masturbó con ellas. Desde allí las usó sin cordones y con rudeza. Por la tarde las usó para hacer gimnasia sin medias y horas después se las prestó a un conocido suyo para que las orinase. Pasó la noche con mis zapas y ese día las había usado hasta el momento pisándole la talonera cada vez que tenía la oportunidad. Todo este trajín de juegos sexuales se notaba sobre las zapas.

Completamente excitado le pedí que me lamiese bien el culo y comience a penetrarme. Me calcé sus Adidas rojas, me puse una de sus Goodyear blancas en mi pene para frotarlo y enterré mi cara en una de mis Country con las que Mauricio había jugado tanto. Mientras el me penetraba se calzó mis SL 76 y se dedicó a lamer y oler el otro par de Adidas Country.

Fue una penetración en medio de una orgía de zapatillas. Nuestros orgasmos fueron casi simultáneos y nuestra leche fue desparramada sobre todos los pares de zapatillas que adornaban la cama. En un arrebato de pasión fetichista le arrancamos a mordiscones la lengüeta a mis SL 76 azules y todo el forro interno de tela a sus Adidas Jerez rojas.

Después de acabar nos dedicamos a lamer entre los dos cada zapatilla, no dejando de aprovechar para comernos la boca cada vez que coincidíamos en el ritual de adoración lascivo a alguna de ellas.

Una vez que lamimos cuanto semen encontramos, nos hicimos un gratificante 69 cuyas acabadas fueron a parar al interior de las zapatillas que luego nos calzaríamos, de modo de disfrutar del semen fresco en nuestros pies.

Antes de irnos del hotel Mauri me propuso tomar algunas fotos y me dio permiso para colgar en mi blog las que quisiera. Él se calzó mis LS 76 ya sin lengüeta y yo sus Adidas rojas. Los dos les sacamos los cordones para usarlas.

La experiencia fue espectacular, ambos estábamos muy seguros de eso y con ganas de repetirla. Acordamos encontrarnos la segunda semana de abril. Mientras tanto yo me quedé con sus dos pares y él con los dos míos.

Por mi parte estoy teniendo hermosas experiencias de sexo fetichista con ellos.

El lunes le di el par de Adidas Goodyear blancas a mi amigo Pablito, quien ya casi tiene destruido su único par de zapas (las Adidas de cuero blanco, de las que puse aquí unas fotos hace un par de meses cuando se las compró) y anda en busca de uno nuevo. Con Pablo jugamos un buen rato con las zapas de Mauri a la siesta, que terminó con una gloriosa lluvia dorada mientras me masturbaba en ellas para que se las lleve puestas bien llenas de leche y meada calentita.

Las Adidas rojas, se las presté a mi otro amigo fetichista. El loco de Jony. Con él nunca se sabe. El martes cuando se las di, me pidió que lo penetrase mientras él se masturbaba en una de ellas. Después les sacó los cordones como de costumbre y acaba de mostrármelas por webcam completamente mojadas y con un poco de barro. No sé cuál será su suerte, espero sobrevivan al fetichismo extremo de mi amigo. Ese mismo martes, cuando se llevó las zapas de Mauri, me dejó unas Converse Us Rapid blancas (modelo que me vuela la cabeza), bastante nuevas pero sin lengëta y que según me contó las obtuvo de culiarse durante una semana y pico a un cuarentón tapado.

En ese estado me encuentro ahora, teóricamente el martes de la semana próxima debo recuperar los pares de zapas de Mauricio para otro encuentro de sexo fetichista con él. No sé como estarán para entonces. Las que tiene Pablito puedo verlas en el trabajo bastante seguido (él es el cadete del estudio contable donde trabajo) y, aunque sé que el chiquitín les va a dar una buena biaba, no creo que las llegue a destruir mucho. Las que tiene Jony están a merced de cualquier cosa; puede cambiarlas, arrancarles partes, pintarlas de otro color, o hacerle cualquier cosa que pase por su cabeza… De todas maneras es parte del juego, unas cuantas veces ya les expliqué esa extraña forma de excitarme que experimento cuando veo como se destruyen un par de zapatillas que deseo mucho.

Tampoco sé que será de mis dos pares que están con Mauricio. Las Adidas Country en un día de uso con él habían quedado con un desgaste considerable. Incluso conoce gente que comparte nuestro fetichismo y las había incluido en sus prácticas sexuales con ellos. No me extrañaría encontrarme con un par casi o totalmente destruido. Otro tanto en lo que respecta a las SL 76, que tanto lo excitan y cuando estuvimos juntos ya sintieron nuestros instintos destructores.

En fin, lo bueno es que conocí alguien más con quien hacer lo que me gusta en el sexo, por lo demás, ya tendré oportunidad de contarles…

Mis adidas SL 76 azules, imáginenlas sin lengüeta.
Las Adidas Jerez rojas de Mauri. Aquí con cordones y todavía con el forro interno de tela que le arrancamos en un momento de calentura fetichista extremo.
Las Adidas Goodyear blancas de Mauri. Noten que no tienen forro en la talonera, eso es súmamente excitante y permite pisar sobre ella. Este es el par que en este momento tiene Pablito.
aresmonito@hotmail.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que cosa hermosa...
Lucas

Anónimo dijo...

espectacular tipo si me lo encuentro dejo que me haga mierda las zapatillas el orto la verga todo esta espectacular
buena historia

Anónimo dijo...

espectacular tipo si me lo encuentro dejo que me haga mierda las zapatillas el orto la verga todo esta espectacular
buena historia