jueves, octubre 11, 2007

Las historias del Monito: "otro culo rubiecito"

Hace un par de semanas comencé a cruzarme en la parada del colectivo a un rubiecito que desde el primer día me llamó la atención.

Es un pibe común, flaquito, de lentes y como es fundamental en mi caso: usa un buen par de zapas. En este caso se trataba de un par de adidas muy poco común, por lo cual apenas lo vi me llamó la atención.

Las primeras veces que lo cruzaba siempre las llevaba atadas, en general su aspecto es bastante prolijo. Fue un día de calor cuando se las vi con los cordones sueltos y sin medias. Ver ese espectáculo excitante fue para mí el puntapié para hacer una primera aproximación. No tardé en pegarle la mirada en todo el rato que estuvimos parados allí. Él no reaccionó y como a los diez minutos, cuando llegó el cole, se subió indiferente.

Al día siguiente nuevamente estaba en la parada al medio día. Llevaba puesto otro modelo de zapas, más deportivo y esta vez bastante desatadas. Eran unas nikes con buen uso. En determinado momento pude ver que hacía algunos jueguitos con ellas mientras esperaba. Yo me encargué de hacer lo mismo. Si lograba mirarme como yo a él se daría cuenta que era un zapatillero a full. Ese día tenía puestas unas John foos y no me costó mucho juguetear un poco con ellas. Ponérmelas, sacármelas, pisarles la talonera, meterles de golpe el pié y dejarles la lengüeta amontonada para después sacármelas para acomodárselas, estirarle los cordones para que queden más flojas, que se salgan al caminar, fingir tener una piedrita o algo para sacármelas y mirar en su interior, etc, etc, etc…

La sorpresa la tuve cuando llegó el ómnibus y pude ver que el rubiecito tomaba el mismo que yo. Es más se sentó en un asiento frente a mí y sin inhibiciones se sacó sus zapas y las pisó con sus pies descalzos. Con alegría empecé a creer que también era un zapatillero. Ese día quedé lleno de fantasías con ese pibe. Me imaginaba penetrándolo con toda la fuerza calzado en sus zapatillas, bien flojas y saliéndoseme en cada envión.

Al día siguiente con mucho cuidado elegí el par de zapas que me pondría. Elegí unas converse us rapid que están en las últimas, son las típicas zapatillas que dispararían todos los sentidos de un pibe fetichista. Las usaba con unos cordones muy cortitos y que no llegan a pasar por todos los agujeros, por lo que quedan bastante abiertas y como me van justas, al caminar se abren.

Cuando llegué a la parada de ómnibus lo vi sentado en el umbral de una ventana, llevaba puestas las adidas del modelo que no conozco con los cordones sueltos. Yo llegué, me senté junto a él y crucé las piernas para que pudiera ver bien mis zapas. Para asegurarme de excitarlo me saqué la zapatilla de la pierna que tenía levantada. El rubiecito se hacía el que no le prestaba atención, pero al mismo tiempo jugaba a sacarse las suyas contra la pared.

Estuve buscando el contacto visual un buen rato, casi que era evidente la insinuación por lo cerca que estaba sentado, pero él no reaccionaba.

Como a los diez minutos llegó el ómnibus y los dos subimos. Había algunos lugares desocupados pero yo elegí el asiento junto a él. Estaba decidido a seguirlo y levantármelo.

Me bajé en el mismo lugar que él, y me metí con él en la facultad de arquitectura. Fue directo al baño y se paró contra un mingitorio. Yo me puse en el que estaba a su lado y, ya sin poder disimular y convencido que quería algo, vi que me comenzó a orinar sobre mis zapas y las de él mientras me miraba con una cara bien lasciva. Sin pensarlo le metí un beso de lengua. En un segundo estábamos en uno de los compartimientos del baño con la puerta cerrada tocándonos y comiéndonos la boca.

De un momento a otro interrumpió la transa y se puso a explicarme que él nunca había estado con un vago, que no entendía lo que le pasaba, pero que le atraía. Yo me dediqué a explicarle lo que me pasaba con sus zapas y le ofrecí mamarle la pija allí mismo, pero él no se animó. Me dio su número de celular, copió el mío y quedamos para encontrarnos al día siguiente en un telo cerca de la terminal de ómnibus a las 2 de la tarde. Como lo hice otras veces, cambiamos nuestros pares de zapas. Nos los devolveríamos al día siguiente. Antes de irme del baño le aflojé todo lo que puse los cordones, de manera que era muy placentero caminar con ellas mientras se me salían. Como se imaginan, desde que lo despedí me dediqué a masturbarme dentro de sus hermosas adidas.

Esperé al otro día ansioso, usando todo el tiempo sus zapas. Cuando llegué al lugar de la cita, ya me estaba esperando calzado en mis converse. Ya en la habitación del telo, me puse a lamer sus zapas mientras él me chupaba la pija. La verdad lo hacia muy bien para ser la primera vez. Mis zapas no le importaron mucho, pero aceptó dejárselas puestas para que lo penetre.

Lentamente comencé a meterme la lengua en el culo y cuando lo vi suficientemente dilatado le metí la pija bien adentro y con fuerza. Entre gemidos y grititos, me reconoció que le encantaba ser culiado desde que a los 15 años lo desvirgaron sus compañeros de estudio medio borrachos después de una fiesta. Creo que su problema es que se sentía culpable por ser puto.

Una vez que acabé me pidió que lo orine. Bajo el chorro de mi meada, que también salpicaba sus zapatillas, no paraba de gemir de placer. Apenas terminé de orinar, comencé a mamarle la pija yo y, no en mucho tiempo, me salpicó toda la cara de leche.

Cuando terminamos, yo le pedí que me dejara sus zapas un par de semanas, pero él no quiso. De modo que nos despedimos sin ningún compromiso. Ayer nos cruzamos nuevamente, llevaba puestas sus nikes con los cordones bien sueltos, yo mis John foos negras. Cuando subimos al cole, yo me senté nuevamente a su lado. De golpe se sacó las zapatillas y mirándome me dijo: “las querés, te las cambio. Mañana nos las devolvemos”. Obviamente lo hice y le propuse hacerlo con un encuentro sexual de por medio. Él me pidió que las orinara bien en su interior antes de despedirnos.

Desde entonces no volvimos a vernos, hoy no estaba en la parada de ómnibus como de costumbre. Tampoco respondió el mensaje de texto que le mandé hace una hora… Yo quedé con su par de nikes, el con uno de mis pares de John foos.

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